jueves, 5 de junio de 2008

Una Walkure de lujo

Gran Teatre del Liceu, 31 de mayo de 2008. DIE WALKURE.

Dia nublado y lluvioso en Barcelona, me dirijo al teatro despues de una tarde rodeado de amigos, y despues de dos viajes en un dia (Bruselas - Valencia, Valencia - Bruselas). Tercera vez que acudo al Liceu y, como se dice, a la tercera va la vencida: sabia, desde que me compre la entrada, que asistiria a una funcion historica, pero nunca imagine lo que iba a vivir dentro del Liceu a nivel emocional y personal: un primer acto de lujo dio el pistoletazo de salida con un trio de artistazos, Domingo, Meier y Pape derrochando todas sus facultades interpretativas encima del escenario, donde lo dieron todo.

Es increible escuchar la voz de Domingo con ese timbre tan claro, brillante y mordiente que no ha perdido nada de calidad a su edad, exceptuando quiza el registro grave, algo mermado por el paso del tiempo (normal). Pero que importaba, en un cantante que nos hizo vibrar y llorar con su emocionante voz y esa presencia escenica y que consiguio que el teatro se viniera abajo. La Meier tuvo uno de sus dias brillantes: agudos en general plenos (como crecia las notas), aunque hubo partes tragadas, el fraseo fue impecable y la intencion de las palabras/musica soberbia, junto con un control casi total de todo el registro. Magistral. El lujo de Pape como Hunding, con una voz clara, que corre excelentemente y grande, hizo que el primer acto consiguiera un nivel excepcional. La tension musical y dramatica con la culminacion del amor entre los gemelos consiguio que al acabar este primer acto, llorase de emocion como jamas me habia sucedido en un espectaculo.

El segundo y tercer actos continuaron con un buen nivel con una excelente Fricka: Jane Henschel que cumplio estupendamente su corto papel. Un buen Wotan: Alan Held que fue creciendose hasta llegar a un final del tercer acto muy emocionante a nivel interpretativo, junto con la Bruhnnilde de Evelyn Herlitzius. Ella, en un principio no me convencio para nada, y tecnicamente tiene cosas por resolver para interpretar el rol, pero dramatica y musicalmente su cometido fue excelente y fue creciendose tambien. El resto de Walkiryas cumplieron a un excelente nivel su nada facil papel en la opera.

La orquesta sinfonica del teatro cumplio y acompanyo pero me falto mas calidad a todos los niveles; tiene un sonido a banda que me resulta bastante desagradable y no brilla nunca. Me falto mas presencia en ciertos pasajes y menos problemas tecnicos por parte de los vientos y de afinacion y conjunto en la cuerda. Tambien falta sentido musical y fraseo en el foso: no se si parte de culpa la tiene el director musical, Sebastian Weigle o no se le puede pedir ni sacar mas a la orquesta del Liceu, que necesita una renovacion o algun tipo de motivacion.

En definitiva, una noche inolvidable en la que el teatro, repito, se vino abajo y yo vivi y recorde la Walkure del Palau de les Arts escenicamente (pues la de Barcelona fue en concierto), y me emocione de sentir esta musica con estos grandes cantantes...

Estas palabras son poco para reflejar una noche historica en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona.

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